Los ladrones con
sobrepeso son menos efectivos. El castigo por sus delitos no debería imponerse
por pérdida temporal de libertad sino por ganancia de kilos. Por ejemplo, un
ladón que mida un metro setenta centímetros tiene que estar recluido hasta que
pese 90 kilos. Una vez logrado este volumen, puede irse, pero deberá
presentarse mensualmente para demostrar que no ha adelgazado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario