martes, 4 de septiembre de 2012

La espiritualidad y el dinero




La espiritualidad puede ser el desenlace de una fuerte represión sexual que alcanza inclusive a los cobros en dinero.

Aún reconociendo que más de la mitad de lo que se dice en Facebook es falso, son muchas las personas que parecen muy espirituales.

Aunque la espiritualidad tiene buena prensa, algunos sienten que esa es la forma de ser queribles, respetables, confiables.

Una persona que dice tener poco interés en lo material parece indicar que no nos robará, nos devolverá lo que le prestemos y que podremos invitarla a nuestra casa sin que se quede a vivir para siempre.

La genealogía (la cadena causas-efectos) de la espiritualidad suele ser el resultado de una represión a la sexualidad.

Quienes imaginen tener genitales peligrosos porque son capaces de provocar cosas tan horribles como un embarazo indeseado, una enfermedad venérea o un sometimiento vergonzoso hacia quien sea capaz de provocar placer, quienes imaginen todo esto, repito, tendrán una gran temor a cualquier señal erótica (miradas, gestos, piropos, roces).

Hace unos años comentaba (1) que el orgasmo es la remuneración que paga la naturaleza a quienes intentan conservar la especie mediante la actividad sexual.

El placer que sentimos en el acto sexual es suficiente para que lo hagamos impulsivamente, con el resultado a veces indeseado de gestar una nueva vida.

Quienes tienen asociado el placer sexual a situaciones siempre negativas, vergonzosas, perjudiciales, claramente lo evitarán. Muchas veces el cuerpo colabora con esa represión inconsciente provocando anestesia en los genitales, anorgasmia, eyaculación precoz, impotencia.

Es posible plantear como hipótesis que esa renuencia a disfrutar de la sexualidad, pueda ser también un rechazo a eso que nos «paga» la naturaleza por concepto de «conservación de la especie».

La espiritualidad puede ser el desenlace de una fuerte represión sexual que alcanza inclusive a los cobros en dinero.


(Este es el Artículo Nº 1.638)

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