viernes, 5 de octubre de 2012

Los errores intencionales con fines de lucro



   
La Administración Pública está expuesta a los «errores intencionales con fines de lucro»: por eso es ineficiente.

En otro artículo (1) resumí su contenido diciendo:

«La coherencia es una cárcel intelectual, defendida por quienes, con tal de no cometer errores optan por no hacer nada».

El miedo a cometer errores tiene como componente principal las críticas que otros nos hagan.

Esas críticas pueden provenir de quienes son perjudicados por nuestro desempeño, de quienes se arrogan el derecho de juzgarnos y de nosotros mismos.

No puedo dejar de mencionar los «pseudo-errores con fines de lucro», esto es, aquellas trampas, hurtos o defalcos, que cometemos contando con que, de ser descubiertos, alegaremos que se trata de una simple equivocación.

En general los humanos nos llevamos mal con la velocidad. El trabajo apurado es un seguro proveedor de fallos.

Con estos elementos puedo comentar algo sobre qué ocurre con la lentitud y el costo de las burocracias.

La «Administración ineficiente a causa del papeleo, la rigidez y las formalidades superfluas», define a la «burocracia», etimológicamente: «gobierno de los burócratas», es decir, el conjunto de los servidores públicos.

La Administración Pública está expuesta a los «errores intencionales con fines de lucro»: por eso es ineficiente.

 
(Este es el Artículo Nº 1.680)

 

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