sábado, 9 de noviembre de 2013

Los avances tecnológicos son revolucionarios


La piratería informática es una consecuencia ineludible de los avances tecnológicos, pero los delitos contra la propiedad irán desapareciendo.

Si yo compro un libro y quiero compartirlo con todos mis amigos, estoy perjudicando al autor, al editor y al librero, porque ninguno de ellos ganará por la venta de ejemplares a quienes lean el que yo les presté.

Si yo compro un libro y quiero compartirlo con todos mis amigos, pero no tengo ganas de estar esperando a que uno me lo devuelva para prestárselo a otro, le saco tantas fotocopias como necesite para darles, (ya no prestarles), un juego a cada uno y listo, pero nuevamente aparece el perjuicio para el autor, el editor y el librero.

Si yo compro un libro y quiero compartirlo con todos mis amigos y poseo un escáner que me permita digitalizar cada página de la obra para enviar, a mis amigos, los archivos adjuntos por e-mail, puedo hacerlo con la generación de los perjudicados que mencioné.

Pero como mis amigos tienen muchos amigos y reenviar un adjunto es algo muy sencillo, llegará un punto en que la difusión gratuita será enorme.

Fue por eso que, cuando me encontré con el autor en una feria de libros y lo felicité sinceramente por su gran novela, él me respondió con similar excitación, diciéndome: «¡¿Ah, fue usted quien compró mi libro?!».

Ahora pondré un ejemplo del futuro, aún sabiendo que del futuro no podemos tomar ejemplos.

Los ladrones prefieren robar, en primer lugar, dinero, en segundo lugar, bienes de rápida comercialización.

La tecnología informática avanza aceleradamente para que cada vez más compras se realicen por Internet y se paguen con tarjetas de crédito.

La industria del robo está bajo amenaza, pero las grandes tiendas también. Los correos, mensajerías y administradores de tarjetas de crédito sonríen complacidos.

(Este es el Artículo Nº 2.038)



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