Todos necesitamos ser tenidos en cuenta y sobre todo ser
mirados.
La sensación de inseguridad ciudadana tiene mucho que ver
con esto.
Cuando la necesidad que tenemos de ser tenidos en cuenta y
observados se extralimita (exagera), se convierte en temor a ser robados, cosa
que a veces se confirma, pero no tantas veces como para que uno pueda afirmar
categóricamente que siempre nos están mirando, observando y acechando para
hacernos daño.
Es tan fuerte la necesidad a ser tenidos en cuenta que
padecemos algún tipo de paranoia.
Ésta suele estar provocada por el deseo de ser deseados,
envidiados y su consecuencia: ser robados (en algún caso, también ser
secuestrados o raptados, aunque no
es tan frecuente que alguien tema esto).
Nota: La imagen corresponde al óleo del
pintor alemán Peter Paul Rubens (1577-1640) titulado El rapto a las hijas de Leucipo.
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