Por ciertos motivos es comprensible que
la delincuencia siga existiendo.
— No te confundas
pequeño: que te comprenda no significa que te tolere.
Una de las
principales resistencias que se oponen al aprovechamiento de las herramientas
que ofrece el psicoanálisis, es la creencia en que “comprender equivale a
tolerar”.
La actitud
permisiva (tolerar) es una opción más entre las posibilidades accesibles dentro
de un vínculo. Es tan válida como poner límites, negociar, debatir, reglamentar
u otras.
Es posible que en
una sociedad se conozcan las razones más íntimas por las que un ciudadano le
causó un perjuicio a otro, pero de todos modos habrá de ser juzgado y
sancionado si correspondiere.
La diferencia entre
comprender y no comprender radica en el resultado de la gestión reparadora que
la sociedad sea capaz de tomar.
Si comprende estará
en condiciones de reeducar, sanar, rectificar al ciudadano victimario, así como
también colaborar con el ciudadano víctima a que se recupere más rápidamente
del daño injustamente recibido.
No comprender sólo
conduce a reparaciones superficiales auspiciando la reiteración hasta el
infinito.
Tenemos que comprender
además, que la sociedad puede preferir que los infractores sigan siéndolo pero
sin reconocerlo explícitamente.
Por eso
es comprensible que la delincuencia
siga existiendo.
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