Cuando en una sociedad no está
claramente establecido el derecho de propiedad, aumentará la cantidad de
ciudadanos irresponsables de los bienes ajenos (robo, vandalismo, graffiti,
homicidio).
Es propio de la literatura jurídica la expresión «...cuidará y conservará los bienes como un
buen padre de familia», que dicho de otra manera podría expresarse «cuidará
algo ajeno como si fuera propio».
Claro que acá se
está dando por sentado que las personas son cuidadosas con lo propio, porque si
no lo fueran tanto destrozarán (por ejemplo) un auto alquilado como a uno propio.
Vamos a suponer que
la inmensa mayoría de las personas cuidan bien lo que les costó un gran
esfuerzo obtener y/o lo que necesitan mucho. Esa persona se comporta como «un
buen padre de familia» si tiene esa conducta cuidadosa con lo que no le costó un gran esfuerzo obtener
y/o con lo que no necesita mucho. Lo
cuida porque «un buen padre de familia» respeta a los bienes ajenos y a las
necesidades ajenas (tanto como a las propias).
Podría decirse que
el bien más preciado ES LA
VIDA. Un «buen padre de familia» cuida la vida propia tanto
como la ajena.
Pero acá ingresa
otro dato sustancial: Cuando la sociedad no le reconoce al individuo la real
propiedad de los bienes, entonces es alguien que no tiene bienes propios y por
lo tanto no tiene nada para cuidar. Como no tiene nada para cuidar tampoco
cuidará los bienes ajenos como a los propios porque estos no están.
En suma: cuando en una sociedad no está claramente establecido el derecho de
propiedad, aumentará la cantidad de ciudadanos irresponsables de los bienes
ajenos (robo, vandalismo, graffiti, homicidio).
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