Mientras la
humanidad creía que las enfermedades eran el resultado de un ataque recibido de
espíritus malignos, lo que hoy llamamos medicina no pudo desarrollarse.
Piensen en un indígena
que se siente atacado por un demonio que lo vuelve hipersensible a la luz, otro
que le produce dolores en todo el cuerpo como si lo hubieran golpeado, un
tercero que se le instala en la cabeza y le genera un dolor mortificante, quizá
es una diablesa la que le provoca una congestión nasal que lo obliga a respirar
por la boca y que cada tanto, cuando ella se enoja, él tiene que estornudar
intentando desalojarla. Para redondear la imagen, estos personajes de pesadilla
vienen montados en enormes caballos.
Seguramente esta
patota de cuatro seres malignos lo están atacando porque la víctima cometió
algún error, quizá los ofendió, les faltó el respeto, transgredió alguna de sus
caprichosas y exigentes pretensiones. Se siente atacado, culpable, temeroso,
arrepentido no sabe bien de qué, pide ayuda a quienes lo rodean y entre estos
los hay quienes acuden solícitos para procurarle alivio pero habrá otros que
son más reticentes y pensarán «algo habrá hecho para estar así».
Toda esta historia, cuando la víctima sabe que está engripado y que si hace
reposo durante una semana seguramente se curará, cambia radicalmente la
interpretación que todos hagan del fenómeno.
Algo parecido sucede con la pobreza: Si suponemos que la pobreza es causada
por seres malignos, ladrones, explotadores, avaros y mezquinos, todo suena muy
coherente pero la situación se vive con el mismo dramatismo mágico de aquel
pobre engripado que se creía atacado misteriosamente por cuatro espíritus
diabólicos.
Si le hubiéramos explicado a aquel primitivo que estaba cursando un proceso
viral, hubiera continuado buscando un exorcista que le quitara a los cuatro
enemigos invisibles. Si hoy yo les digo que la pobreza es un fenómeno social en
el que ciertas causas psicológicas producen efectos económicos, muchos seguirán
pensando que un pequeño grupo de ricos tienen la culpa de que existan una
mayoría de pobres.
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