domingo, 17 de junio de 2012

Colón robó América en 1492


Sostengo que la única función que tenemos los seres vivos que formamos parte del todo universal (planeta, cosmos), es conservar la vida propia y la de la especie. (1)

No es ésta una función para la que tengamos que formarnos especialmente. Nuestro instinto de conservación nos aporta las condiciones necesarias para defendernos de los ataques mortíferos, para buscar alimentos, para copular y reproducirnos.

Por supuesto que no podemos estar fornicando permanentemente porque sería imposible una reproducción constante.

¿Cómo hacemos los humanos para continuar con nuestro deseo reproductivo sin procrearnos excesivamente?

Para contemplar ambas necesidades (la de reproducirnos y la de tener una prole de tamaño adecuado a nuestras posibilidades económicas), lo que hacemos es sublimar. Esto consiste en hacer algo parecido pero que nos reporte una satisfacción similar, por ejemplo, trabajar, construir, crear, inventar, revolucionar, fornicar usando barreras anticonceptivas, jugar, competir.

Alguien se quejaba hace poco de que los invasores españoles robaron la riqueza de nuestra América Latina y que esa es la causa (¡500 años después!) de nuestro subdesarrollo.

Me inclino a pensar que no es esa la causa porque lo importante no es recibir barcos llenos de oro y plata sino disfrutar de la alegría de cumplir con los designios de la naturaleza, estos es reproducirnos o en su defecto, trabajar, ser creativos, producir cambios, pero no acumular riquezas inertes y estériles.



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