sábado, 16 de junio de 2012

El rebote de la curiosidad


Cuando abandoné el análisis sentí que tenía que darle una explicación pero la realidad es que no supe qué decirle.

Como el tiempo todo lo arregla ahora sí puedo volver, con otra perspectiva de las cosas, con otra filosofía de vida aunque desesperado como podrá notar.

Usted debería admitir que no estuvo muy acertado al tratar de disuadirme en el intento de investigar por mi cuenta quién y por qué habían asesinado a mi madre sin dejar rastros, sin violencia física, sin haber robado nada de todo lo que tenían para llevarse.

Todavía siento en el estómago la furia que me provocó al decirme que «no me convenía investigar», que dejara el asunto en manos de la policía y la justicia, que, por supuesto, al mes se habían enfrascado en otros casos con mayor cobertura periodística.

El hecho es que me puse a buscar por mi cuenta hasta dar con el maldito culpable y eso me tomó estos seis años.

Mi vida cambió totalmente, he aprendido mucho del ser humano, me puse en contacto con personas que ningún novelista sabe aún que existen, pagué honorarios muy altos por consultas a investigadores que me vendieron hipótesis sobre qué pudo haber sucedido para que mi madre fuera asesinada tan limpiamente.

Tuve momentos en los que me acordé de su extraño e irritante consejo de no embarcarme en semejante emprendimiento, pero algo dentro mío me renovaba la fuerza. Cuando creía haber agotado todas las posibilidades, al despertarme por la mañana o en la ducha, se me ocurría alguna nueva idea que me faltaba investigar.

He gastado una fortuna y cada vez me quedan menos recursos económico pero tengo que reiniciar mi análisis urgentemente y —aunque me da vergüenza decírselo— tengo que pedirle la mayor moderación posible en sus honoraros porque necesito sesiones diarias.

Días pasados falleció la hermana de mamá. A último momento me dijo que mi madre contrató un asesino profesional porque el remordimiento por nuestras relaciones íntimas la atormentaba cada vez más.

Hubiese preferido no saberlo.

1 comentario:

  1. la curiosidad mato al gato...dicho que casi siempre sale con la realidad...

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