Cuando abandoné el análisis sentí que tenía que darle una explicación pero la realidad es que no supe qué decirle.
Como el tiempo todo lo arregla ahora sí puedo volver, con
otra perspectiva de las cosas, con otra filosofía de vida aunque desesperado
como podrá notar.
Usted debería admitir que no estuvo muy acertado al tratar
de disuadirme en el intento de investigar por mi cuenta quién y por qué habían
asesinado a mi madre sin dejar rastros, sin violencia física, sin haber robado
nada de todo lo que tenían para llevarse.
Todavía siento en el estómago la furia que me provocó al
decirme que «no me convenía
investigar», que dejara el asunto en manos de la policía y la justicia, que,
por supuesto, al mes se habían enfrascado en otros casos con mayor cobertura
periodística.
El hecho es que me
puse a buscar por mi cuenta hasta dar con el maldito culpable y eso me tomó
estos seis años.
Mi vida cambió
totalmente, he aprendido mucho del ser humano, me puse en contacto con personas
que ningún novelista sabe aún que existen, pagué honorarios muy altos por
consultas a investigadores que me vendieron hipótesis sobre qué pudo haber
sucedido para que mi madre fuera asesinada tan limpiamente.
Tuve momentos en los que me acordé de su extraño e irritante
consejo de no embarcarme en semejante emprendimiento, pero algo dentro mío me
renovaba la fuerza. Cuando creía haber agotado todas las posibilidades, al
despertarme por la mañana o en la ducha, se me ocurría alguna nueva idea que me
faltaba investigar.
He gastado una fortuna y cada vez me quedan menos recursos
económico pero tengo que reiniciar mi análisis urgentemente y —aunque me da
vergüenza decírselo— tengo que pedirle la mayor moderación posible en sus
honoraros porque necesito sesiones diarias.
Días pasados falleció la hermana de mamá. A último momento
me dijo que mi madre contrató un asesino profesional porque el remordimiento
por nuestras relaciones íntimas la atormentaba cada vez más.
Hubiese preferido no saberlo.
●●●
la curiosidad mato al gato...dicho que casi siempre sale con la realidad...
ResponderEliminar