lunes, 18 de junio de 2012

El valor de lo que se puede robar


Para que un objeto sea valioso tiene que poseer  por lo menos una característica negativa.

Leyó bien: dije negativa.

Los conductores que usan joyas costosas en su mano o brazo izquierdo (anillos, reloj), saben que en ciertas ciudades o barrios no deben conducir con la ventanilla abierta y mucho menos sacar la mano porque se la pueden amputar.

Viajar con ciertas cámaras fotográficas o filmadoras es un deporte extremo porque el arrebato puede convertirse en rapiña y perder algo más que ese preciado objeto.

Los ladrones se ubican por categorías. Los expertos roban bancos, los aficionados son audaces pero sus emprendimientos no son muy elaborados y luego tenemos el rango más bajo que está compuesto por oportunistas que sólo roban cuando la ocasión es propicia.

El robo de celulares quizá sea uno de los más frecuentes, entre otras cosas porque es un objeto muy fácil de robar y por lo tanto accesible a esta última categoría de ladrones ocasionales.

No tengo pruebas ni a favor ni en contra de la hipótesis que compartiré con usted a continuación.

Es probable que las compañías fabricantes de celulares pudieran implementar una función por la que este dispositivo sólo pueda usarlo su legítimo propietario.

Supongo que no les convendría activarlo porque un objeto muy robable denota ser muy apreciado, deseado, requerido, envidiado, es decir, valioso.

En suma, no sería extraño que las compañías fabricantes de teléfonos celulares los hagan especialmente robables para prestigiarlos, para poder cobrarlos un poco más y en más ocasiones (porque cuando nos lo roban, tenemos que comprar otro).

Dicho de otro modo: Si un teléfono no pudiera ser usado por su ladrón (característica negativa), nadie lo robaría y eso sugeriría que no es tan valioso.

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