sábado, 2 de junio de 2012

Vendo chupete usado de gran valor (afectivo)


El trueque parece muy sencillo pero tiene sus complicaciones.

¿Cuantos sacos bien tejidos, con lana gruesa, de colores vistosos correspondería entregar a cambio de una cabra que tendrá entre uno y tres años, que parece estar sana, que puede llegar a dar mucha leche por el tamaño de las ubres? Para mí que con tres estaría bien pagada pero el dueño de la cabra no sé qué se cree que me está pidiendo cinco. ¿Cómo se ve que él no conoce el trabajo que da construir cada uno de estos sacos?

Esta transacción puede llevar entre dos minutos y seis horas, dependiendo de la convicción de los negociadores, de la necesidad que tengan de lo que intentan comprar, de cuánta práctica tengan en intercambiar este tipo de bienes o de cuánto se hayan informado sobre los acuerdos logrados en la comarca por otros dueños de sacos y cabras.

En algún momento alguien inventó el dinero. Lo imagino con mucho tiempo disponible para pensar (es decir, que no tenía nada mejor para hacer), ansioso (o sea nervioso, intolerante, malhumorado, irritable) y con un poco de inventiva. En general los grandes inventos fueron logrados por personas poseedoras de un perfil así aunque después la biógrafos suavizan estas aristas. De hecho, los inventos que vinieron a facilitarle el trabajo al ser humano fueron creados por personas que no quería trabajar (vagos).

El dinero es un documento con un valor arbitrario pero digno de confianza. Se pueden lograr con él casi cualquier importe que uno imagine, es relativamente fácil de trasladar (aunque es muy robable y esto encarece su desplazamiento), no se estropea con el tiempo (la cabra envejece y los sacos pueden apolillarse).

Todos comprendemos que hablar de nuestra sexualidad nos dé vergüenza pero sigue siendo un misterio porqué sentimos pudor ante los temas de dinero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario