Insisto con la humildad y continúo mencionando el primer paso que deben dar los integrantes de Alcohólicos Anónimos (1) para obtener buenos resultados.
El primer paso es: reconocer que la bebida
puede más que uno, que no hay voluntad que valga, que las actitudes arrogantes
son las principales responsables de la dependencia destructiva.
Ante este tipo de situaciones, viene a mi
mente la imagen de una casa cuyo techo necesita estar sostenido por postes para
no caerse, haciendo que la circulación dentro de ella, sea incómoda.
Comprendo que muchas personas necesitan
imaginarse autosuficientes para no caer en un pozo depresivo.
La omnipotencia es un obstáculo en la
personalidad, como también lo es un poste en el medio de una habitación.
Esta introducción es necesaria para hacerles
un comentario sobre el uso de la contabilidad, de los registros, de las
anotaciones.
Con gran frecuencia, los trabajadores de
cualquier tipo (empleados, empresarios, profesionales, artistas), consideran
que es vergonzoso, inútil y una pérdida de tiempo, llevar un control
riguroso de los ingresos y egresos de dinero.
Es vergonzoso
porque suponen que sería una prueba de deterioro mental, tener que estar
anotando obsesivamente lo que cobramos y lo que pagamos.
También sería vergonzoso porque ese control podría insinuar que alguien de
nuestro entorno, nos roba. Interpretan los controles sobre el dinero como una
desconfianza hacia la honestidad de nuestros socios, compañeros, cónyuge,
hijos, familiares, amigos.
Sería inútil
porque nada de todo eso ocurre realmente: somos capaces de no perder ni
malgastar dinero y estamos rodeados de gente honesta.
Trabajar con números es engorroso, apegarse a
una rutina metódica es aburridor, y «sólo lo hacen los avaros, miserables y mezquinos».
Conclusión: si usted no controla rigurosamente algo tan evaporable como el dinero, es probable que tenga pérdidas por falta
de humildad (como los alcohólicos incurables).
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