Quienes se angustian porque temen no controlar sus deseos prohibidos (incesto, robo, crimen), propician clandestinamente los regímenes dictatoriales.
Les he comentado que una explicación bastante
creíble de por qué está prohibido el incesto tiene que ver con asuntos de
estado, de gobierno, de nación.
En otro artículo (1) les decía que en tiempos
remotos, tan remotos que no quedan rastros de escritura que cuenten la historia
con los hechos concretos, la prohibición del incesto tenía por objetivo que las
mujeres quedaran reservadas para los varones de las tribus aliadas.
La existencia del himen (imagen), esa delicada
membrana traslúcida que se rompe irreversiblemente cuando entra algún objeto o pene
en la vulva, da garantía de exclusividad, de originalidad, de virginidad.
Ese tejido oficia de precinto, sello, lacrado.
En condiciones normales, las personas
transgredimos la prohibición del incesto de muchas maneras (metafóricas,
alegóricas, simbólicas): mirando películas pornográficas, desobedeciendo las
normas de tránsito, robando un banco o, peor aún, fundando un banco, y en
general haciendo exactamente lo contrario de lo que se nos enseña, sugiere,
ordena.
En condiciones anormales, los regímenes
dictatoriales obligan a los ciudadanos a transgredir la prohibición del incesto
de una sola manera: haciendo exactamente lo que dice el
soberano-dictador-tirano.
Aquella manera de transgredir la prohibición
del incesto de diversas formas metafóricas, alegóricas, simbólicas, pierde esa
libertad.
La prohibición sigue sin ser explicitada pero
un régimen de control estatal ofrece varias ventajas, insólitas para quien
observa estos hechos desde el sentido común.
La libertad tiene buena prensa y posee valores
positivos que no se discuten, sin embargo es fuente de angustia para los
ciudadanos que no saben qué hacer con sus deseos prohibidos.
Es razonable, aunque lamentable, que muchas
personas saboteen la libertad pues las angustia y aman los regímenes que se
apoderan de sus deseos más perturbadores.
●●●
No hay comentarios:
Publicar un comentario