viernes, 13 de julio de 2012

Los objetos robados valen menos


Si la humanidad siente (pero no lo dice) que los bienes naturales (commodities de agricultura, ganadería, minería) son «robados» al planeta, inconscientemente tratarán de pagar por ellos lo menos posible.

El astrónomo polaco Nicolás Copérnico (1473 - 1543) «opinó» que el planeta Tierra no está en el centro del universo como se pensaba en la época y como puede afirmar cualquiera de nosotros tan sólo mirar el cielo.

Recibió furibundas resistencias, calificativos demoledores sobre su «opinión» y también sobre su persona, luego aparecieron algunas tímidas voces que comenzaron a preguntarse si este señor no tendría algo de razón, más recientemente los libros científicos informan que efectivamente nuestro planeta gira alrededor del sol, pero seguimos diciendo que «el sol sale por el este y se oculta por el oeste», en vez de confiar en Copérnico y decir «al sol comenzamos a verlo por el este y dejamos de verlo por el oeste».

En otro artículo (1) opiné que la explotación que los países industrializados hacen de los países productores de «commodities» (materias primas, explotación ganadera y agrícola, extracciones mineras) puede explicarse porque la que realmente produce es la tierra, la naturaleza, y lo que vendemos es lo que le sacamos (robamos) al terreno.

Es tan antipática esta opinión que podría parecerse a la de Copérnico.

Sin embargo, no poder encontrar otras formas de interpretar lo que nos ocurre con la injusta distribución de la riqueza depende en gran medida de no poder describir los hechos desde otros puntos de vista. Quizá nuestro error está en el planteo.

En suma: una de las causas de la injusticia distributiva está en que los humanos rechazamos la receptación (tráfico de objetos robados) (2), no podemos explicitar que los commodities sean percibidos como «objetos robados» (a la naturaleza) y por eso nuestros compradores desvalorizan lo que vendemos.



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