Los «buenos ciudadanos» nos
diferenciamos de los «malos ciudadanos» porque somos «depredadores moderados»
(ladrones reprimidos, tímidos, temerosos).
Tenemos que partir de la premisa que en toda
sociedad existen personas que intentan destruirla y que la misma sociedad tiene
que crear defensas adecuadas para que eso no ocurra.
El hecho se parece mucho a lo que ocurre con
cualquier ser vivo: está dotado para tener vida durante un cierto tiempo
(longevidad), durante el cual siempre deberá ocuparse de no sucumbir a una
cantidad de factores que intentan matarlo.
Metafóricamente, todo ser vivo «flota» en la muerte
hasta que se hunde (muere).
Nuestras sociedades cuentan con individuos
que, solos o agrupados, tratan de desestabilizar los gobiernos, destruir los
bienes colectivos (vandalismo), depredar la naturaleza (criminalidad
ecológica), robar los bienes privados (delincuencia contra la propiedad).
En este último caso, no solamente deben
existir sistemas educativos que formen a los ciudadanos para que prescindan del
robo, sino que también deben existir instituciones represivas.
Sin embargo, estos procedimientos serían
ineficaces si a la vez no existen políticas económicas que hagan del robo un
pésimo negocio. Las sociedades se protegen cuando robar no rinde beneficios y
produce más pérdidas que ganancias.
Observemos detenidamente la conducta de
nosotros, los ciudadanos comunes, «los buenos ciudadanos».
Se producen
largas filas durante horas, aglomeraciones tumultuosas y hasta estados de
exaltación anímica cuando algún comerciante ofrece realizar grandes rebajas en
los precios.
Nuestra
reacción es clínicamente depredadora porque tratamos de apoderarnos de objetos
(necesarios o quizá no tanto) seducidos porque se produce una franquicia
parcial al delito del robo, en tanto podemos comprar algo por menos de su valor
real.
La palabra
«barato-ta» (1) tiene varios significados. Los principales son
— Bajo
precio;
— Que se
logra con poco esfuerzo;
— Fraude,
engaño, etc.
En suma: los «buenos ciudadanos» somos «depredadores
moderados».
(Este es el
Artículo Nº 1.542)
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